El inicio del verano trae consigo no sólo el aumento de la temperatura sino la mayor participación a eventos sociales, la exposición al aire libre, las vacaciones escolares y muchos otros factores que tienden a modificar nuestra rutina haciéndonos proclives a ciertos descuidos relacionados a la salud.
Durante el verano, con las altas temperaturas, aumentan las probabilidades de padecer algunas enfermedades. Especialmente los bebés, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas son más propensos a sufrir cuadros de intoxicación o deshidratación.
Además, la alimentación es un elemento clave que condiciona nuestro rendimiento y la manera en que nos sentimos a diario.
En esta época del año quemamos menos calorías dado que nos exponemos a mayor temperatura. Por eso, te recomendamos llevar una dieta menos calórica, más fresca y liviana.
Recomendaciones generales:
- Consumí mayor cantidad de alimentos frescos tales como frutas y verduras; jugos y yogures.
- Prestá atención a la preservación de los alimentos, consérvalos rápidamente y evitá romper la cadena de frio.
- En las meriendas intentá no consumir tantas harinas. Llevá con vos colaciones saludables tales como barras de cereal o galletas integrales.
- Tené tu propia botellita de agua e ingerí líquidos con regularidad. Lo recomendado son al menos 2 a 3 litros diarios.
- En las reuniones sociales no es necesario que te prives de nada. Sólo intentá comer porciones pequeñas y evitar los excesos.
- Moderá el consumo de alcohol.
Si te vas de vacaciones:
- Ingerí siempre agua mineral para evitar intoxicaciones.
- Cociná y lavá bien los alimentos frescos antes de consumirlos.
- Antes de viajar comé liviano, así evitaras somnolencia en caso de que manejes y prevendrás naúseas.
- Llevá chicles o caramelos. Éstos pueden ser muy útiles durante los apunamientos.
Recordá:
- Mantener una dieta equilibrada implica incluir todos los grupos de alimentos propuestos por el óvalo alimenticio.
- Disminuir la cantidad de sal en la comidas es beneficioso para el organismo.
- Es importante acompañar estas recomendaciones realizando al 2 a 4 horas semanales de actividad física.
Cuidados generales
Las altas temperaturas afectan sobre todo a los grupos vulnerables como los bebes, niños y ancianos. Es muy importante extremar las medidas de precaución anteriormente nombradas sobre ellos para evitar:
- Deshidratación.
- Golpe de calor.
- Quemaduras por exposición al sol.
- Insolación.
- Accidentes o ahogamientos.
RECORDÁ: Anticipá, prevení y prepárate.
Tres simples acciones pueden garantizarte un ambiente seguro y un verano inolvidable para vos y los tuyos.