El Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres se celebrada cada 28 de mayo desde 1987 pues aquel día tuvo lugar el V Encuentro Internacional sobre salud de la mujer en Costa Rica que sentó las bases para reafirmar el acceso de las mujeres a la salud como un derecho sin restricciones o exclusiones de ningún tipo y durante toda su vida.
Derechos sexuales y reproductivos
Todas las mujeres tienen derecho a disfrutar de una vida sexual sin violencias, decidir cuándo ser madre, acceder al método anticonceptivo más conveniente y adecuado de forma gratuita en su centro de salud más cercano. Para ello, la cartera sanitaria nacional propició en 2003 la creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
Ese Programa garantiza diversos métodos anticonceptivos en Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) y hospitales públicos de todo el país, posibilitando que casi cuatro millones de mujeres de 15 a 49 años de edad sin cobertura en salud accedan gratuitamente a métodos anticonceptivos.
En 2014, la cartera sanitaria nacional incorporó un método de nueva generación: el implante subdérmico, que está destinado a las jóvenes de 15 a 19 años que ya atravesaron un “episodio obstétrico” y que no tienen obra social o prepaga. Argentina es el primer país de América Latina en incorporar este insumo a las opciones de métodos anticonceptivos.
Para implementar la colocación de este método anticonceptivo hormonal de nueva generación que se coloca en el brazo de la mujer y que cuenta con un 99 por ciento de efectividad durante 3 años, medio centenar de profesionales fueron capacitados en más de una docena de provincias y regiones sanitarias bonaerenses donde ya se distribuyeron 10.500 implantes subdérmicos.
El Programa cuenta además con la línea 0800 222 3444, que brinda información de forma confidencial y se complementa con actividades territoriales de promoción.
Parto respetado
Devolver a las mujeres y a sus familias el protagonismo en un acontecimiento único como es el nacimiento, acompañados por un equipo de salud comprometido con brindar la mejor atención es el pilar fundamental de esta política pública, consagrada en la Ley 25.929 sobre Derechos de Padres e Hijos Durante el Proceso de Nacimiento, aprobada en 2004.
La Ley, entre sus principales definiciones, destaca que la mujer, en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, tiene derecho a:
- Ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas
- Ser considerada, en su situación respecto del proceso de nacimiento, como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto
- Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud o de la persona por nacer
- A estar acompañada, por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto
- A tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.
La prevención del cáncer como herramienta fundamental
De la estrategia preventiva del cáncer de cuello uterino impulsada desde el Ministerio de Salud de la Nación forman parte el test de VPH (Virus del Papiloma Humano) y el PAP (Papanicolau) gratuitos en todos los centros de salud y hospitales del país.
La vacuna VPH, incorporada en 2011 al Calendario Nacional de Vacunación, debe aplicarse a las niñas de 11 años para protegerlas contra los dos tipos de VPH de alto riesgo, responsables de casi el 80 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino. Esta vacuna requiere dos dosis con un intervalo de seis meses. Se aplica en hospitales y centros de salud de manera gratuita.
Para el control de las mujeres, el PAP es un método preventivo sumamente efectivo destinado a las mujeres de 25 a 64 años de edad. Luego de dos PAP anuales con resultado negativo, es decir sin hallazgo sospechoso, el estudio debe repetirse cada tres años, precisa el Instituto Nacional del Cáncer (INC).
Los controles periódicos constituyen un recurso esencial para reducir riesgos y prevenir cánceres de mayor incidencia y mortalidad entre las mujeres en Argentina, donde cada año se registran 115.000 nuevos cáncer, de los cuales 60.000 afectan a mujeres.
En 2013 el INC creó el Programa Nacional de Cáncer de Mama que provoca 5.400 muertes anuales en el país. Como refuerzo de la prevención, se recomienda un control clínico mamario una vez por año a partir de los 20 años y una mamografía cada dos años para las mujeres de entre 50 y 70 años sin antecedentes personales o familiares de cáncer de mama.
Fuente:
Ministerio de Salud de la Nación