Salud y Bienestar

La radiación ultravioleta, que proviene fundamentalmente del sol, daña la piel.

Este emite dos tipos de rayos ultravioletas:

• Los UVB, que se incrementan entre las 10 y las 16 horas, horario en el cual te recomendamos no exponerte, ni siquiera con protector.
• Los UVA, que son altos durante todo el día, incluso hasta las 18 y durante todo el año.

Además del sol, los dispositivos electrónicos también emiten una luz azul o artificial que afecta directamente la piel.

Para cuidarte, la mejor forma es usar protector solar con mínimo de 30 FPS cada 4 horas, sea cual sea la estación del año y así esté nublado, ya que las nubes dejan pasar el 80% de la radiación e incluso, si te metes al agua porque solo filtra el 50% de los rayos.

Otras formas de hacerlo al aire libre son: elegir estar bajo una buena sombra, usar ropa con manga larga, pantalones y/o sombreros con ala ancha, lentes de sol y ropa oscura, ya que, si bien la clara es más fresca, protege menos.

Es importante evitar la exposición al sol y los equipos, en el caso de los bebés hasta 1 año y extremar los cuidados si tenés antecedentes familiares o personales de cáncer de piel o cáncer en general, ya que el sol te disminuye las defensas. También si tomas ciertos medicamentos foto sensibilizantes (diuréticos, remedios para la presión, psicofármacos, antibióticos) que sensibilizan tu piel, y pueden producirte quemaduras. También si tienen muchos lunares.

Si bien la exposición controlada y adecuada a los rayos UV del sol tienen algunos beneficios como la síntesis de vitamina D y la mejora de algunas afecciones de la piel. Sin embargo, la exposición prolongada puede causar quemaduras solares, envejecimiento prematuro, daño celular e incluso cáncer de piel .

Por eso, si te olvidaste de cuidarte y tenés solo un enrojecimiento leve, colocate algún producto postsolar, que haya estado guardado en la heladera, e hidratarse mucho después de la quemadura. También, evitá la exposición hasta que la piel esté recuperada. Si la quemadura es más grave, consulta a tu médico. No te automediques, ni apliques cosas caseras sin su consentimiento.

Viví en forma saludable. Cuidarte hoy, es prevenir a futuro. Quizás creas que por exponerte no pasa nada, pero los daños aparecen en el tiempo.