La mejor lucha es una detección temprana. Unos minutos pueden hacer una gran diferencia. Cuidate, Cuidalas.
En el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama queremos hacer foco en la importancia de realizarte periódicamente un autoexamen, por eso te compartimos cómo hacerlo y saber interpretar los signos del autoexamen.
Paso 1: Inspección Visual:
Observá los senos frente al espejo: Primero con los brazos junto al cuerpo, luego con las manos en la cintura y luego con los brazos estirados arriba de la cabeza.
El objetivo es que compares las dos mamas, buscando cambios en el contorno, bultos, durezas, retracción del pezón o la piel, eczemas, ulceraciones o secreción de leche (aunque no hayas amamantado).
Paso 2: Palpación acostada:
Es ideal que lo hagas acostada en tu cama, y de esta manera los músculos se relajen.
- Con las yemas de los dedos presioná suave, pero firmemente, en forma de círculos alrededor de todo el busto. ¡Presta atención a bultos o durezas inusuales!
- Luego, presiona el pezón con los dedos y fíjate si existe secreción. A continuación, levanta el pezón para comprobar si tiene buena movilidad.
- Finalmente es el turno de la axila: presiónala de manera más firme que en el caso anterior, para poder localizar algún posible bulto.
Paso 3: Palpación en la ducha:
Una forma práctica, sencilla y cotidiana. Con las manos enjabonadas y los dedos extendidos, examina las dos mamas con la misma técnica que describimos antes. Lo ideal es que lo realices entre 7 y 10 días luego de la menstruación, cuando tus mamas están menos sensibles e hinchadas.
Agendalo, priorizate.
Tomá conciencia y hacelo una vez por mes. Además, recordá realizarte los controles mamográficos anuales. Cuidarte está en tus manos. El cáncer de mama puede curarse en el 90% de los casos y ante cualquier duda consultá a tu ginecólogo.
Prevenir es cuidar.